EN EL MISMO BOTE: HISTORIAS DE LA CRISIS CLIMÁTICA — 6/23/22

Una vez más, el calor extremo está poniendo en aprietos a las familias latinas

Esta semana marca el comienzo oficial del verano, pero las temperaturas extremas ya están cobrando un precio mortal a lo largo de nuestro país. Una vez más, una temporada que debería estar marcada por la diversión y recreación al aire libre, se ve empañada por la amenaza del calor sofocante e insalubre. Los padres de familia como yo estamos replanteando lo que una vez consideramos actividades de verano, para proteger a nuestros hijos del calor paralizante. Mientras que todos los estadounidenses se preparan para enfrentar todavía lo peor del verano, las familias y los trabajadores latinos se ven particularmente perjudicados.

El 70% de la población de Estados Unidos verá temperaturas en los 90 grados Fahrenheit y casi el 20% de las personas en el país enfrentarán temperaturas superiores a los 100 grados sólo durante la próxima semana. Las áreas metropolitanas con gran cantidad de latinos como PhoenixLos Angeles y Dallas están lidiando con temperaturas cercanas o superiores a los 100 grados, y estos son sectores donde las familias latinas ya tienen un 21% más probabilidades que las comunidades blancas de vivir en islas de calor urbanas.

Lo que no se discute lo suficiente es cuán mortales son estas olas de calor. En todo el país, esta crisis medioambiental contribuye a aproximadamente 1,500 muertes anuales, y el calor extremo es históricamente la principal causa de muerte relacionada con el clima en el país, más que otros desastres, incluyendo huracanes, inundaciones y tornados juntos. Esta tendencia es particularmente cierta entre los trabajadores agrícolas y de la industria al aire libre, quienes tienen 20 veces más probabilidades de perecer por enfermedades relacionadas con el calor que otros trabajadores. Esta realidad agobia a la comunidad latina, ya que el 75% de los trabajadores agrícolas del país son latinos.

Ya no hay forma de negarlo: los latinos se están asfixiando bajo el peso aplastante de esta crisis climática. Nuestros hijos, nuestros adultos mayores y nuestras comunidades no pueden escapar de esto. A principios de este mes, el presidente Biden emitió una Orden Ejecutiva para estimular la fabricación de energía limpia doméstica y los proyectos de construcción de energía renovable y fortalecer la red eléctrica, reducir los costos de electricidad para las familias y abordar la crisis climática. Este es un paso en la dirección correcta, pero sólo es el primero.

Nuestra ventana de oportunidad se está cerrando, los legisladores en Washington deben reconocer su responsabilidad de unirse y proteger a nuestro país y a las generaciones futuras. En este momento, hay una legislación climática pendiente en el Congreso que podría permitir que las comunidades de bajos ingresos y desfavorecidas, como los latinos, no sólo se adapten al cambio climático, sino que también puedan alcanzar niveles de vida más saludables, desarrollar una red eléctrica más confiable y duplicar la velocidad de expansión de la energía eólica y solar, trayendo energía renovable y precios de energía más bajos a nuestros vecindarios. La oportunidad está ahí, pero el momento de actuar es AHORA.