En el Mismo Bote: Historias de la Crisis Climática – Cuando las temperaturas suben, también suben los costos

Cuando las temperaturas suben, también suben los costos

Apenas estamos cerrando la primera semana oficial del verano y las olas de calor ya están rompiendo récords en todo el país, elevando nuestras facturas de electricidad y poniendo en riesgo nuestra salud. Para las comunidades latinas, el calor es más que una simple molestia: es peligroso. Y mientras las temperaturas suben, también aumentan los ataques políticos contra las mismas protecciones que podrían disminuir este problema. 

La brutal ola de calor que azota el país ha batido récords, con 322 récords diarios de temperatura máxima superados. En la costa este, los sistemas de transporte público de Nueva York, Washington D. C., Boston y Chicago se vieron interrumpidos, ya que las plataformas del metro y las paradas de autobús, especialmente en zonas con una gran población latina, alcanzaron temperaturas peligrosamente altas. En Paterson, Nueva Jersey, más de 150 personas, muchas de ellas de familias latinas, se enfermaron durante dos ceremonias de graduación de secundaria, ya que los índices de calor superaron los 107 °C, lo que provocó la declaración del estado de emergencia local. 

A pesar del peligro, comunidades como la nuestra no tienen la opción de quedarse en casa. Desde trabajos al aire libre, en obras de construcción, hasta la agricultura y las rutas de reparto, muchos latinos están fuera trabajando bajo el calor más intenso, arriesgando su salud para llegar a fin de mes. Actualmente el calor extremo es la principal causa de muerte relacionada con el clima en los Estados Unidos.

Esta es una crisis que nos pone en riesgo y eleva significativamente nuestros costos de energía. Según un análisis, los consumidores pueden esperar gastar una cifra récord de $784, en promedio, para mantener frescos sus hogares de junio a septiembre. Las familias latinas ya están soportando una carga más pesada. Gastan más de sus ingresos en energía que los hogares blancos, y casi el 40% tienen dificultades para pagar las facturas de electricidad. 

Aunque nuestras comunidades son las más afectadas, Trump y sus aliados están empeorando la situación al desmantelar las protecciones destinadas a mantenernos a salvo. Han cerrado programas que ayudaban a las familias de bajos ingresos a pagar la energía, han recortado las normas de seguridad laboral y han reducido las protecciones medioambientales que mantenían nuestro aire más limpio y nuestras comunidades más saludables.

La última propuesta de presupuesto en el Senado, promovida por Trump y los republicanos, es un paso más en esta dirección. Este plan amplía los recortes de impuestos para multimillonarios, mientras elimina inversiones que estaban generando miles de empleos en energía limpia y revitalizando el sector industrial. Esto tiene un impacto directo también en nuestros costos de energía. De aprobarse, los hogares latinos podrían ver un incremento de casi $400 al año en sus costos de electricidad en la próxima década.

No termina ahí. El paquete del Senado contempla recortes de más de $700 mil millones a Medicaid, poniendo en riesgo la atención médica de 26.8 millones de latinos. También recorta SNAP, el programa de asistencia alimentaria, que hoy ayuda a 10 millones de latinos a llevar comida a la mesa. 

No podemos quedarnos callados. Nuestras familias merecen energía asequible, buenos trabajos, aire limpio y políticas que nos protejan, no que nos castiguen. Merecemos líderes que inviertan en nuestra salud y nuestro futuro, no aquellos que cambian nuestro bienestar por puntos políticos y donantes multimillonarios.

Es hora de alzar la voz. Llama a tus senadores. Habla con tus vecinos. Comparte tu historia. El riesgo es tan alto como las temperaturas.