MEMO: NO ES SUFICIENTE CON PREGUNTAR SOBRE EL CLIMA

PARA:                         Partes Interesadas
DE:                              John Podesta, Climate Power 2020
EN RELACIÓN A:  No es suficiente con preguntar sobre el clima

Cuando Donald Trump y Joe Biden suban al escenario esta tarde, será probablemente la primera vez en la historia que el cambio climático ha sido anunciado como tema durante un debate presidencial. Hemos revisado hasta 1996 y nunca antes se le ha dedicado un segmento a la crisis.

Antes del primer debate, habían pasado dos décadas desde que los moderadores preguntaron a los candidatos sobre la crisis climática durante un debate presidencial. La decisión de hacer del clima un tema independiente, demuestra que la política del clima ha cambiado y que esta crisis dará forma a los resultados de las elecciones en 2020.

Pero, si bien es importante que el clima sea un tema, el tipo de preguntas que se harán son aún más importantes. 

En debates anteriores, solamente hemos visto preguntas climáticas enfocadas en si el candidato cree o no en la ciencia. Esto les da a los negadores del clima una ventana para emitir dudas falsas sobre el hecho de que la crisis climática está aquí y que los estadounidenses están viviendo con y muriendo de las consecuencias. Preguntas sobre políticas son, con demasiada frecuencia, realizadas aferrándose a suposiciones obsoletas y erróneas. Por ejemplo, cómo las inversiones en energía limpia y la acción climática no estimularían empleos nuevos bien remunerados y el crecimiento de la economía. La larga historia de siglos del racismo climático de nuestro país ha sido ignorada rotundamente, al igual que lo han sido los impactos del aire tóxico y el agua contaminada en las personas afroamericanas, de color e indígenas. 

A medida que los incendios climáticos se propagan en Colorado y en todo el oeste de la costa del Golfo batallan para recuperarse de una temporada de huracanes sin precedentes; mientras las sequías y calor extremo ponen en riesgo la salud de las comunidades, las personas necesitan saber qué es lo que harán los candidatos al respecto. Los moderadores y los medios de comunicación deben presionar a todos los candidatos sobre sus planes para tomar una acción climática y abordar las injusticias ambientales. Ya es hora de tratar la crisis climática tan seriamente como lo exige este desafío existencial.

A continuación, se encuentra información de fondo que pudiera ser útil al cubrir las preguntas climáticas en el debate de hoy:

1. NO HAY UNA “CREENCIA” EN EL CAMBIO CLIMÁTICO: SÓLO UNA NEGACIÓN DE LA CIENCIA.

El problema: por décadas, la política del gobierno de los EE.UU. ha sido que el cambio climático creado por el hombre es real, pero las preguntas climáticas continúan siendo planteadas sobre si un candidato cree en la ciencia, permitiéndole a los negadores del clima emitir dudas falsas sobre el hecho de que la crisis climática está aquí y ya está perjudicando a las familias por todo el país. Esto sucedió más recientemente durante el debate vicepresidencial entre la senadora Harris y el vicepresidente Pence.

Los hechos: no hay un debate sobre la ciencia del cambio climático. Hemos sabido por décadas que el cambio climático es una amenaza a nuestro estilo de vida. No podemos darles a los negadores de la ciencia una plataforma para que propaguen desinformación y mentiras para socavar el papel que tiene la ciencia en nuestro país, especialmente durante el apogeo de la pandemia del coronavirus que ha matado a más de 220,000 personas en los Estados Unidos. En lugar de darle a los candidatos una ventana para negar los hechos, los votantes necesitan escuchar sobre el papel que la ciencia y los expertos tendrán en la siguiente administración.

2. LA CRISIS CLIMÁTICA ESTÁ AQUÍ Y NO PODEMOS PERMITIRNOS ESPERAR.

El problema: las preguntas sobre cambio climático son sólo una opción para elegir entre la energía limpia y el crecimiento económico. Sin embargo, al enfrentar estos dos temas entre sí, se ignora la realidad de lo que le costará a nuestro país la crisis climática en términos de crecimiento y empleos en las próximas décadas. 

Los hechos: la crisis climática es una de las amenazas económicas más grandes que acechan la seguridad económica de nuestro país. En lugar de enfocarse en los costos de nuevas inversiones, tanto el presidente Trump como el vicepresidente Biden, se deberían ver obligados a contestar cómo enfrentarán un declive económico ocasionado por el cambio climático y las constantes respuestas de emergencia a desastres de miles de millones de dólares.

3. LOS EMPLEOS DE ENERGÍA LIMPIA SON LOS EMPLEOS DEL FUTURO. 

El problema: los empleos de energía limpia son tratados como algo casi mítico, mientras que a las Grandes Petroleras se les ha permitido enmarcar el debate de tal manera que se ha ignorado que los viejos en energía del pasado le cuestan a nuestro país miles de millones en subsidios petroleros y de gas, son anti-trabajadores, perjudican la salud de los empleados y están disminuyendo debido a efectos económicos no relacionados con el cambio climático.

Los hechos: la energía limpia es la industria de más rápido crecimiento en los Estados Unidos, y los empleos de energía limpia pagan muy por encima del promedio nacional, tienen buenos beneficios y no pueden ser subcontratados con otros países. A Trump se le debe pedir que responda por el hecho de que su guerra contra la energía limpia y su mal manejo de la pandemia pueden haberle costado a los EE.UU. hasta 1.1 millones de empleos de energía limpia. ¿Cuál es su plan para traer de vuelta esos empleos?

4. LA CRISIS CLIMÁTICA ES UNA CONDICIÓN PREEXISTENTE. 

El problema: las preguntas sobre el cambio climático son planteadas casi exclusivamente como preguntas sobre ciencia y empleos. Los impactos generalizados en la salud son ampliamente ignorados o menguados cuando se les pide a los candidatos que detallen sus opiniones sobre la crisis.

Los hechos: la crisis climática está aquí y demasiadas personas ya están viviendo con y muriendo de las consecuencias de la inacción. ¿Cómo planean ambos candidatos abordar el sufrimiento ocasionados por dolencias, enfermedades e incluso muertes causadas por la contaminación, los desastres alimentados por el cambio climático, el agua tóxica y la exposición? No podemos depender en planes futuros para limpiar el aire o en suministros de agua cuando la gente está sufriendo hoy.

5. LA JUSTICIA CLIMÁTICA ES JUSTICIA RACIAL.

El problema: la justicia ambiental y el racismo climático son totalmente ignorados cuando se les pide a los candidatos que hablen sobre la crisis climática y la justicia racial en este país. 

Los hechos: por décadas, las comunidades afroamericanas y morenas han cargado con la peor parte del racismo ambiental. Con demasiada frecuencia, las comunidades al frente de la línea se convierten intencionalmente en vertederos de materiales peligrosos, basureros, instalaciones de tratamiento residuales, así como instalaciones contaminantes como refinerías petroleras y de gas y centrales eléctricas de carbón. ¿Reconoce el presidente Trump los impactos del racismo climático en las comunidades de color y cómo planea Joe Biden abordar los problemas sistémicos que han permitido las injusticias ambientales durante décadas?

Puede encontrar más investigación sobre el daño desproporcionado que los cambios climáticos ocasionan a los estadounidenses afroamericanos, de color e indígenas aquí.