En el mismo bote: Historias de la crisis climática — Recortar la energía limpia significa que todos vamos a pagar más por la luz
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Recortar la Energía Limpia Significa que Todos Vamos a Pagar más por la Luz
Durante los últimos años he conocido muchas personas que creen, como yo, en la energía limpia como motor de desarrollo y esperanza en sus vidas y comunidades, una de ellas es Dian Alarcón, residente de Florida, quien escuchó en un anuncio televisivo sobre la posibilidad de poner paneles solares en su casa y decidió informarse y apostar por ello con todo y ahora paga 80% menos de electricidad en su hogar y cuenta su historia para inspirar a otros.
Pero a pesar de los claros beneficios para nuestra comunidades el gobierno continúa eliminando valiosas inversiones en energía limpia. Recientemente el Departamento de Energía anunció que “reevaluará los programas que ya no están alineados con las prioridades de la administración actual”.
Bajo el pretexto de ahorrar fondos públicos, el 2 de octubre el gobierno federal canceló 7,500 millones de dólares en financiamiento para 223 proyectos de energía limpia en 16 estados, en su mayoría con gobiernos demócratas.
Pero eso no es todo: ahora se sabe que el Departamento de Energía evalúa recortar hasta 12 mil millones de dólares adicionales en plantas de hidrógeno, fábricas de baterías y tecnologías de captura de carbono.
Cada uno de estos proyectos representa menos empleos y familias preocupadas. Comunidades que vuelven a depender de combustibles más costosos y contaminantes. Esto no es ahorro real: es detener avances hacia una vida más asequible y saludable para cientos de comunidades y miles de familias. ¿Por qué frenar inversiones que generan empleo, reducen costos y protegen la salud?
Los efectos de estos recortes ya se sienten en todo el país. En Arizona, la empresa Kore Power canceló una planta de baterías de $1,200 millones en Buckeye, que habría creado hasta 3,000 empleos. En Georgia, Freyr Battery abandonó su proyecto de $2,600 millones y 700 empleos, y Aspen Aerogels detuvo la construcción de una fábrica de materiales térmicos de $1,000 millones.
En Michigan, BorgWarner cerró dos plantas de manufactura de vehículos eléctricos y Corning suspendió una inversión solar que estaba valorada en $400 millones, dejando sin trabajo a cientos de personas. Y en Carolina del Norte, además, Opsun Corporation canceló un proyecto solar de $9,3 millones que habría generado 20 empleos locales.
Cada recorte significa sueños en pausa, talleres vacíos y familias que habían apostado por un futuro distinto. En estados como Texas, los sindicatos reportan que miles de personas —entre ellos, muchos latinos— vieron truncadas sus oportunidades justo cuando estaban empezando a prosperar. Jóvenes que acababan de terminar su entrenamiento, veteranos de la construcción, madres solteras que habían encontrado una nueva oportunidad en la industria limpia: todos quedaron en el limbo. Estas historias rara vez ocupan titulares, pero definen e impactarán la realidad de miles de familias.
Las políticas actuales han provocado la pérdida o retraso de cerca de 80,500 empleos, una inversión privada aplazada de 42.80 mil millones de dólares y 142 proyectos cancelados o demorados en 37 estados. Detrás de esas cifras, consignadas en nuestro informe Energy Crisis Snapshot de Climate Power, hay personas que querían trabajar, aprender y aportar a la economía local. Cada número es una historia de esfuerzo interrumpido.
Los recortes se concentraron en estados que no votaron por Trump, es decir, con mayoría demócrata. Sin embargo, algunos distritos republicanos podrían sufrir repercusiones indirectas, como retrasos en la cadena de suministro o reducción de contratos.
En Climate Power en Acción, hemos documentado cómo estas decisiones golpean especialmente a las comunidades hispanas: electricistas, soldadores, técnicos, ingenieras y padres de familia que vieron en la energía limpia una oportunidad de avanzar.
No podemos quedarnos cruzados de brazos mientras nos suben la luz, nos quitan empleos y nos roban el aire limpio. Proteger estas inversiones no es un lujo: es una forma de cuidar nuestra salud, nuestros empleos y el planeta que heredarán nuestros hijos.
Si el gobierno decide apagar la energía limpia, que se escuche más fuerte el latido de quienes no se rinden. Súmate a Latido Climático, una campaña que nace desde nuestras comunidades para mostrar que sí estamos actuando, que sí nos importa, y que sí tenemos poder.
A todos nos toca hacer nuestra parte. Verifica tu registro en Vote.gov, Vota por la acción climática que más te representa, comparte tu historia, y haz que tu voz cuente. La energía limpia no tiene partido; tiene propósito. Cada acción suma y cada voto mantiene viva la esperanza de un futuro más justo, limpio y seguro.