En el mismo bote: historias de la crisis climática – Los recortes federales nos dejan vulnerables ante la crisis climática

Donald Trump y DOGE están haciendo recortes a agencias críticas cuando más las necesitamos. Los fenómenos meteorológicos extremos de 2024 provocaron el mayor número de nuevos desplazamientos registrados en un año desde 2008, según un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial. Pero, en lugar de responder adecuadamente al momento, el gobierno ha despedido a cientos de empleados de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). 

NOAA es una agencia científica que nos ayuda a comprender y prever los cambios en el clima, el tiempo, los océanos y las costas. Genera y analiza datos que nos permiten prepararnos para huracanes, tornados, incendios forestales o simplemente un día lluvioso. Estos servicios garantizan que las comunidades, planificadores, gestores de emergencias y otros responsables de la toma de decisiones dispongan de la información fiable que necesitan, cuando la necesitan. Los expertos han advertido que eviscerar las agencias meteorológicas pondría en riesgo la seguridad pública.

Los fenómenos meteorológicos extremos están ocurriendo con mayor intensidad y frecuencia. El pasado fin de semana, fuertes tormentas azotaron el sur y el medio oeste de Estados Unidos y más de 40 personas perdieron la vida a causa de tornados, incendios forestales e inundaciones. 

Millones de estadounidenses dependen de alertas meteorológicas gratuitas y fiables para tomar decisiones sobre cuándo y cómo evacuar ante catástrofes. El Proyecto 2025 escrito por los asesores del Presidente -de donde se han sacado muchas de las ideas que impulsan los recortes- propuso privatizar el Servicio Meteorológico Nacional de NOAA, lo que significa que tendríamos que pagar por alertas meteorológicas. Bajo el liderazgo de Trump todo tiene un precio, incluso la vida. 

La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), que coordina la respuesta ante desastres y emergencias, centrándose en la preparación, la prevención y las labores de socorro, incluyendo la asistencia a los sobrevivientes de desastres, también ha experimentado recortes y cambios drásticos. Trump firmó una orden ejecutiva que transfiere la responsabilidad de la preparación ante desastres de FEMA a los gobiernos estatales y locales. Este cambio corre el riesgo de dejar a las comunidades de zonas vulnerables desprevenidas y sobrecargadas.

Los recortes a NOAA y FEMA, han dejado a muchas personas vulnerables e indefensas ante el cambio climático. Las comunidades de color como los latinos, que ya sufren de forma desproporcionada los efectos del cambio climático, serán las más afectadas por estos recortes.

Y el momento no podría ser peor. La temporada de huracanes está a la vuelta de la esquina y las personas que trabajaban diariamente en las agencias federales para prepararnos y ayudarnos en caso de un desastre, simplemente ya no están. ¿Es eso eficiente o más aún, tiene algún sentido?