La promesa del Secretario de Energía de ignorar el cambio climático perjudicará a los más vulnerables y revertirá el progreso energético

En CERAWeek, el Secretario Chris Wright, declaró que quiere deshacer el enfoque de la administración anterior sobre el clima. 

WASHINGTON — El lunes, el Secretario de Energía, Chris Wright, un ex ejecutivo petrolero, le prometió a la industria energética en CERAWeek en Houston revertir completamente las políticas de energía limpia de la administración Biden y restar importancia a los efectos del cambio climático. En su discurso, minimizó la importancia de las fuentes de energía renovables y reforzó declaraciones anteriores, en las que afirmaba erróneamente que las energías renovables podrían aumentar los precios de la energía y que la energía sucia es esencial para luchar contra la pobreza. 

Las energías renovables suelen reducir los costos, como ha ocurrido en Texas, donde se celebra la CERAWeek. El rápido crecimiento de la energía solar y eólica ha contribuido a la reducción de los precios de la electricidad, y las energías renovables ahora suministran más de una cuarta parte de la energía del estado. Sólo el año pasado, Estados Unidos agregó 50 gigavatios de energía solar a la red, lo que representa el 84% de toda la nueva capacidad de generación eléctrica. Texas aportó más de una quinta parte de esa nueva capacidad.

Elice Rojas-Cruz, directora general de Climate Power En Acción, emitió la siguiente declaración en respuesta:

“Los comentarios del secretario Wright no solo fueron incorrectos, sino también un cruel intento de restar importancia al devastador impacto del cambio climático. Es una postura que se anticipa de un ex ejecutivo petrolero que sigue impulsado por el objetivo de proteger los intereses de su industria y de los individuos ricos que se benefician de ella, sin importarle el daño que cause a las personas y al medio ambiente.

“La extracción de petróleo y gas es responsable de la contaminación del aire y del agua, de millones de muertes al año, de la inestabilidad política y de la destrucción continua de nuestro planeta. Hemos visto los efectos desproporcionados que la industria tiene sobre los más vulnerables, en particular los latinos, que a menudo sufren la peor parte de los resultados de salud y las condiciones de vida más contaminadas. Las empresas petroleras y gasísticas están más que dispuestas a perforar cerca de comunidades pobres que carecen de recursos para defenderse.

“Pero no tiene por qué ser así. Hemos visto que la producción de energía limpia es viable en Estados Unidos, y que ya está ahorrando dinero y reduciendo la contaminación. Hemos visto que puede crear más de 400.000 nuevos empleos y fomentar el resurgimiento de la industria manufacturera en nuestro país. Ahora es el momento de que el Gobierno dé prioridad al bienestar de los estadounidenses frente a la codicia de la industria petrolera”.